Quién tiene una lavandería autoservicio, probablemente estará más que cansado del mantenimiento del descalcificador salino. Estas lavadoras industriales, son mucho más caras que las lavadoras domésticas y cualquier avería puede suponer un gasto inesperado y considerable. El principal enemigo a combatir es la cal presente en el agua, puesto que si no se elimina habrían muchas más reparaciones y se tendrían que sustituir a menudo. Además, el consumo de detergente sería mucho mayor. De ahí que se instalen descalcificadores salinos, pero, ¿realmente son la mejor solución?
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Descalcificadores salinos: ¿solución o problema?
Los descalcificadores salinos han sido durante años la solución clásica para combatir la dureza del agua. Utilizan un sistema de intercambio iónico para eliminar los minerales que forman la cal, como el calcio y el magnesio, sustituyéndolos por sodio. Aunque este proceso evita la acumulación de cal en las lavadoras, también trae consigo una serie de complicaciones que, en el contexto de una lavandería autoservicio, pueden convertirse en verdaderos dolores de cabeza.
Aquí te dejamos algunos de los problemas más comunes que los descalcificadores salinos pueden generar:
- Dependencia de la sal: Estos equipos requieren un suministro constante de sal para funcionar correctamente. Si el depósito se queda sin sal, el descalcificador no puede cumplir su función, y la cal comenzará a acumularse en las lavadoras, afectando su rendimiento y aumentando el riesgo de averías. Y además, estropeará el descalcificador.
- Mantenimiento constante: Para que el agua mantenga el equilibrio adecuado, es necesario monitorizar el pH y hacer ajustes periódicos. La supervisión constante es esencial, pero, en un negocio diseñado para funcionar de manera automatizada, estar pendiente de estos detalles puede suponer un esfuerzo adicional que no siempre se tiene en cuenta.
- Desgaste de la resina: Los descalcificadores salinos utilizan una resina que se desgasta con el tiempo, y su reemplazo no solo es costoso, sino también una tarea engorrosa. Sin mencionar que, si no se reemplaza a tiempo, el sistema perderá efectividad, dejando tus lavadoras expuestas a la cal.
- Complicación para la automatización: La clave del éxito de las lavanderías autoservicio es la simplicidad y la automatización. Sin embargo, un descalcificador salino requiere supervisión constante, lo que va en contra de la idea de un negocio que funcione sin complicaciones.
Con todos estos inconvenientes, ¿vale la pena seguir utilizando una solución tan necesitada de supervisión para un negocio que debería ser lo más autónomo posible? 🤔
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Descalcificador ecológico Turbopol: una solución sin necesidad de supervisión para combatir la cal y proteger tus lavadoras
En Agua Sansopol entendemos los problemas de los propietarios de lavanderías autoservicio y por ello sustituimos los descalcificadores salinos por el Descalcificador Ecológico no salino Turbopol, la solución más innovadora y eficiente que elimina todos los problemas de la cal y de los descalcificadores salinos. Con Turbopol, puedes olvidarte de la sal, la resina, el mantenimiento constante y los reemplazos de descalcificador. Esta tecnología no salina filtra a 20 micrones y disocia iónicamente la cal, evitando que se adhiera a las partes internas de las lavadoras, a la vez que protege de la corrosión.
¿Cuáles son las ventajas clave de Turbopol?
- Sin necesidad de sal: Elimina por completo la dependencia de la sal, ahorrándote espacio para acumular los sacos de sal, tiempo, esfuerzo y dinero.
- Mantenimiento mínimo: Turbopol no requiere monitorización constante ni ajustes de pH. Funciona de manera automática y eficiente y tan solo precisa de un mantenimiento anual, el cual realizan los técnicos de Agua Sansopol.
- Protección duradera: No solo previene la formación de cal, sino que también disocia la cal ya existente en las tuberías, protegiendo tus lavadoras y prolongando su vida útil.
- Ideal para la automatización: Al no necesitar intervenciones frecuentes, Turbopol es perfecto para negocios que buscan maximizar su automatización y reducir los riesgos de averías inesperadas.
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La lavandería de autoservicio en Torrent que decidió dar el paso
Uno de nuestros clientes más contentos con esta solución es una conocida lavandería autoservicio en Torrent. Cuando comenzaron su actividad, estaban muy preocupados por el alto coste de las lavadoras industriales y las posibles reparaciones derivadas de la acumulación de cal. Al principio, instalaron un descalcificador salino, pero pronto se dieron cuenta de que el mantenimiento era mucho más engorroso de lo que esperaban: revisar los niveles de sal constantemente, ajustar el pH y cambiar la resina, etc. Era algo que, en parte, delegaban, lo cual suponía un sobrecoste económico.
Después de conocer Turbopol, decidieron hacer el cambio, pero con muchas reticencias. Nos contaban que las reparaciones de las lavadoras industriales eran extremadamente caras y podía suponerles una merma económica importante si Turbopol no descalcificaba correctamente. Hoy nos cuentan que están «hipercontentos» con los resultados. Han reducido significativamente el coste de mantenimiento, ya no tienen que preocuparse por la acumulación de cal, y sus lavadoras siguen funcionando a la perfección. Para ellos, la tranquilidad que ofrece Turbopol ha sido una de las mejores decisiones para su negocio.
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