Cuando se trata de mantener una comunidad de propietarios en perfecto estado, la gestión eficiente de los recursos es esencial. Uno de los problemas recurrentes que enfrentan estas comunidades, especialmente en áreas con aguas duras como la costa mediterránea, es la acumulación de cal en las tuberías. La solución parece sencilla: un descalcificador salino. Este dispositivo promete no solo liberarnos de la cal, sino también reducir los costos al compartir el gasto entre los vecinos.
Eliminar la cal representa:
- Disfrutar de la ducha sin sentir la sequedad del pelo y la piel por el efecto de la cal.
- Eliminar la cal que obstruye tuberías y bajantes, evitando pérdidas de presión.
- Evitar el deterioro de electrodomésticos, grifería, mampara de ducha, etc.
.
Por estas ventajas, la decisión de instalar un descalcificador parece una buena idea. Ahora bien, como en muchas decisiones, hay matices que pueden marcar la diferencia. Y uno de esos matices, es el sistema elegido, la descalcificación SALINA, que casi provoca un desastre. He aquí lo que ocurrió…
.
La historia de una comunidad al borde del desastra
Año 2010. En una urbanización no muy lejana de Valencia, una comunidad de propietarios confía en la instalación de un descalcificador salino para resolver sus problemas de acumulación de cal. Supone un coste elevado pero al mismo tiempo asumible, dado que resulta más económico a nivel comunitario que la opción de instalarse uno doméstico de menor tamaño cada vecino por separado.
Pero, con que esta comunidad de propietarios no contaba era con la corrosión que produce el agua con sal que el descalcificador necesita para limpiar la resina que atrapa la cal de la que se quieren liberar. Esta corrosión resultante de la acción del salino en las tuberías comenzó a debilitar el sistema.
Pero el verdadero desastre llegó cuando una de las tuberías generales reventó. El agua que fluía libremente comenzó a filtrarse en una zona crítica: donde se encontraban las baterías de contadores eléctricos de la comunidad, pudiendo haber tenido consecuencias catastróficas si no se hubiera actuado a tiempo.
He aquí un ejemplo de la corrosión que genera la descalcificación salina en una comunidad de propietarios:
.
La Alternativa Inteligente: Turbopol, la Descalcificación No Salina por Disociación Iónica
Este incidente real demuestra que, a veces, lo que parece una solución puede convertirse en un problema mayor. Pero, por suerte, existen alternativas más inteligentes. Una de ellas es la descalcificación no salina a través del equipo Turbopol.
Turbopol utiliza un proceso de disociación iónica para transformar el carbonato de calcio y de magnesio (es decir, la cal) en minerales de calcio y magnesio. ¿La mejor parte? No utiliza sal, lo que significa que no se produce corrosión en las tuberías, como en el caso del descalcificador salino. Este sistema tiene 3 ventajas fundamentales:
- Evita la generación de cal disociando los carbonatos de calcio en magnesio en minerales, con lo que conseguimos el efecto de descalcificación.
- Elimina toda aquella que pueda estar adherida previamente en las tuberías, bajantes, mamparas, resistencias, etc.
- Genera una película protectora que protege las tuberías de la corrosión, justo lo contrario de la descalcificación salina.
.
Es decir, no sólo obtenemos un agua libre de cal, sino que también preservamos la integridad de las tuberías, evitando costosos daños estructurales.
He aquí una foto con dos ejemplos del Turbopol para comunidades de propietarios. Tuberías de 2,5 pulgadas. Sistema bridado tal y como especifica la normativa.
.
.
La SOLUCIÓN DEFINITIVA A LA CAL: Ahorro a Largo Plazo
Y aquí viene la verdadera joya de la corona: el ahorro. Al instalar el sistema Turbopol, una comunidad de propietarios puede ahorrar una cantidad significativa en costos de mantenimiento. En esta comunidad de propietarios pagaban:
- 260 euros al mes de mantenimiento del descalcificador salino y el aprovisionamiento de la sal, es decir, 3120 euros al año.
- 3500 euros al año de cambio de resina, es decir, 1166 euros al año si lo prorrateamos.
.
Sin tener en cuenta el incremento de la factura de agua que rechaza el descalcificador para limpiar la resina junto con la sal, tenían un coste de 4300 euros al año.
Comparando este mantenimiento anual con el de Turbopol, el ahorro anual es de 4000 euros. Es decir, 80,000 euros a los 20 años.
Tiempo de amortización aproximado de la instalación del sistema, teniendo en cuenta los costes anuales que tenían: 2 años.
Resultado tras 20 años: 76.000 euros de ahorro y no volver a vivir una pesadilla semejante.
La elección es clara: optar por soluciones inteligentes y sostenibles como Turbopol, en lugar de correr riesgos con descalcificadores salinos que pueden resultar en un desastre potencial. Mantener la comunidad en pleno funcionamiento y ahorrar dinero a largo plazo es posible sin comprometer la integridad de las tuberías. En última instancia, la prevención es siempre mejor que la reparación.
.
¿Eres administrador de fincas, presides tu comunidad de propietarios o eres parte de una comunidad y quieres tener Turbopol para solucionar el problema de cal de forma definitva?
Pídenos información sin compromiso al 613173227 o a [email protected] o a través del formulario de nuestra web.
.
¿Listo para transformar tu relación con el agua? ¡Sigue nuestras redes sociales y mantente al tanto de las últimas noticias y consejos!
.
En Sansopol, estamos comprometidos a proporcionarte soluciones excepcionales que te ayuden a vivir de manera más saludable y sostenible.