Un enemigo invisible acecha en silencio a las tuberías: la cal. Aunque no siempre podamos verla a simple vista, sobre todo en el interior de las tuberías, sus efectos pueden ser devastadores.
La acumulación gradual de depósitos calcáreos puede convertirse en una pesadilla, provocando atascos en las tuberías y problemas de presión, así como la posible acumulación y proliferación de de bacterias, como la Legionella. Por tanto, no solo afecta a nuestra fontanería, sino también a nuestra salud.
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La historia de Natalia, vecina de Calicanto (Valencia)
El encanto de Calicanto, Valencia, es innegable: como en muchos otros residenciales, la tranquilidad que la caracteriza a esta zona la hace un lugar deseado para vivir. Sin embargo, tras bastidores, se oculta un problema común: la calidad del agua, y en concreto su dureza, debido a la gran cantidad de carbonato de calcio y magnesio, es decir, la cal.
Natalia lo tenía claro, y por eso llamó a Jorge, de Agua Sansopol. Tras analizar el agua y el problema de presión que tenía, Natalia decide instalar Turbopol en su chalet, el sistema de descalcificación ecológico no salino que le propone Jorge, quién le explica lo siguiente:
«Natalia, ten en cuenta que este descalcificador no solo disocia la cal, eliminando el problema que tienes, sino que además va a proteger las tuberías de la corrosión y eliminará toda la cal que previamente haya en las tuberías. Eso significa que van a empezar a acumularse piedrecitas de cal en la salida de los grifos. Tendrás que desenroscar los atomizadores / aireadores de los grifos para que salgan dichas piedras y no se obstruya la salida de agua, sobre todo las primeras dos semanas tras la instalación».
Cuál es la sorpresa de Jorge cuando Natalia le responde: «No te preocupes por eso Jorge, no tengo atomizadores en los grifos, porque si los tuviera, no saldría agua de tanta cal que hay acumulada«.
Por desgracia, esta situación no solo le ocurre a Natalia, sino a muchísima gente. Las zonas residenciales alejadas de las grandes urbes suelen tener este problema, sobre todo a lo largo de la costa Mediterránea. Afortunadamente, ¡hay solución!
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¿Qué problemas causa la cal?
Tener cal en las tuberías puede acarrear una serie de problemas que van más allá de la simple acumulación de depósitos minerales. Veamos los más más comunes:
- Sequedad en la piel, así como en el pelo: de hecho, las personas con pieles más sensibles suelen notar picores y mayor sensibilidad y lo que terminar provocando irritaciones o eccemas en la piel.
- Flujo de agua obstruído: con lo que se reduce la presión, lo cual afecta el rendimiento general del sistema, y finalmente el reemplazo de tuberías, con el coste que puede llegar a suponer.
- Se reduce la vida útil y la eficiencia de los electrodomésticos que utilizan agua, como lavadoras, calderas y calentadores de agua, debido a la acumulación de cal en sus componentes internos. Y no sólo eso, sino que también aumenta el consumo de energía. De hecho, un mm de cal en la resistencia supone un 16% más de energía consumida.
- Reparaciones frecuentes de electrodomésticos averiados, hasta que por fin son reemplazados, mucho antes de lo que se necesitaría en caso de no tener cal.
- Incrustaciones en la grifería: la cal deja residuos en grifos, cabezales de ducha y otros accesorios, formando incrustaciones antiestéticas, que reducen el flujo del agua y la efectividad.
- Problemas estéticos y de limpieza: La cal puede dejar manchas blancas en utensilios de cocina, cristalería (mamparas de ducha, por ejemplo) y superficies metálicas. Esto supone esfuerzos adicionales de limpieza, tanto en tiempo empleado como en productos químicos y esfuerzo.
- Desarrollo de bacterias como la Legionella, que es conocida por causar enfermedades respiratorias. Esto es debido porque la cal sirve de refugio, creando el entorno adecuado para su acumulación y proliferación.
- Mayor consumo de productos químicos, como por ejemplo los detergentes en lavadora y lavavajillas, cuyo consumo se ve triplicado y cuatriplicado por la existencia de cal. Esto también genera contaminación para el medio ambiente.
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¿Cuál es la solución?
Desde Agua Sansopol recomendamos al disociación iónica de la cal, es decir, transformar el carbonato de calcio y magnesio (la cal) en su estado original, es decir, en minerales de calcio y magnesio. Tendremos minerales en el agua, pero no cal, eliminando todos los problemas anteriores. Y no sólo eso, sino que además el sistema consigue que se desprenda la cal que previamente pueda haber en el las tuberías y genera una película que las protege de la corrosión.
Todo ello sin las desventajas de la descalcificación salina, tales como la despotabilización del agua que aumenta la probabilidad de que prolifere un posible brote bacteriano como el de la legionella, el derroche de agua, la contaminación por acidificación de suelos y aguas subterráneas por cloruros, el consumo, coste e incomodidad que supone el consumo de sal, los costosos cambios de resina, la necesaria supervisión constante, etc.
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¿Te sientes identificado con el problema de la cal que acabamos de explicar y quieres tener Turbopol para solucionar el problema de forma definitiva?
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