Hay un término en el mundo del ahorro y la inversión muy curioso, llamado «gasto hormiga». Tiene que ver con pequeños gastos regulares y de poca cuantía que parecen no tener trascendencia, pero que cuando lo calculas mensual o anualmente resulta sorprendente, y por supuesto tiene relevancia en nuestra capacidad de ahorro. La razón por la cual pasan desapercibidos es porque se realizan de forma automática. Hablamos de comer fuera de casa o picotear aquí y allá (café, dulces, helados, etc.), jugar a la lotería, las comisiones bancarias, etc.
¿Es el gasto en agua un «gasto hormiga»? Para ello tendría que ser un gasto regular, perfectamente eludible o sustituible por un producto más económico, inconsciente e impulsivo, que no se suele contabilizar, etc. ¿Qué opinas? ¿Lo es?
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La historia Adolfo, un madrileño que se vino a vivir a Valencia
Adolfo vivía en la zona norte de Madrid. Y tenía sus costumbres gastronómicas, como el cocido, el bocata de calamares… y el agua del grifo. Y todo estaba bien. Porque el agua del grifo es potable y pasa todos los controles periódicos y tratamientos que hacen que así sea. Además, Adolfo fue destinado una época en Galicia para trabajar, y el agua del grifo también le sabía bien. ¿Y por qué? Porque son zonas de aguas blandas, con poca mineralización y mínimo sabor, lo cual tiene mucho que ver con el residuo seco (TDS – Total de Sólidos Disueltos).
Pero este año Adolfo fue trasladado a Valencia, es decir, al Mediterráneo, tierra de aguas duras llenas de carbonato de calcio y magnesio (la cal). ¡Menudo mal trago (nunca mejor dicho) se llevó Adolfo cuando bebió agua del grifo! 😱 El sabor y el olor a cloro y a cal le resultaba extremadamente desagradable. No estaba acostumbrado a algo así. Y fue ahí cuando comprendió por qué tanta gente compraba agua embotellada, a pesar de su precio.
Así que la incluyó en su compra semanal, con lo incómodo que resultaba, por el peso y el espacio que ocupaba Y sobre todo, por el derroche de plástico continuo que generaba, lo cual, a Adolfo le parecía una aberración.
Un buen día Adolfo conoció a un técnico de Agua Sansopol, y cuando éste le preguntó «¿Cuánto dinero gastas en agua cada mes?» se quedó pensativo. La verdad es que no lo había calculado. No era consciente. Y lo peor de todo, según le explicó el técnico, que que la mayoría de la gente no lo calcula, no es consciente de ello.
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¿Qué cuesta una botella de agua embotellada?
Para responder a esta pregunta tendríamos que elegir la marca que más nos guste. A grosso modo, tal y como explicamos en un artículo anterior, el coste del agua tiene una relación directa con el residuo seco (dureza) de la misma. Si queremos un agua limpia, fresca y sin sabor, tendremos que escoger un agua de mineralización muy débil, que además es la más adecuada cuando tenemos piedras en el riñón, hipertensión o queremos evitar la retención de líquidos o bien queremos dar de beber agua a un bebé.
En lo que sí está de acuerdo todo el mundo es en que debemos de consumir 2 litros de agua al día. A esta cantidad hemos de sumarle el agua para la cafetera, las mascotas o cocinar. Sí, cocinar también. Porque no conviene utilizar el agua del grifo dado que al hervirla concentramos los metales pesados, la cal, se generan nitritos, etc.
Por tanto, tirando por lo bajo para ser cautos, podríamos decir que el gasto sería de media 0,60 € por persona y día. Cabe decir que el consumo de agua preferido por los españoles es el de botellas de 1,5 -2 litros, siendo el 50% del total consumido, seguidas de las garrafas y las botellas de medio litro.
Con estos cálculos, estaríamos entre los 18 € € para quienes viven solos, 36 € las parejas, de 54 € con un hijo, de 72 € en adelante cuando se tienen 2 hijos u otros familiares en casa. Cada mes. Cada año (216 € – 432 € – 648 €, 864 €, etc.). Por los siglos de los siglos, salvo que… tengamos la suerte de dar con un técnico de Agua Sansopol 😉
¿No lo tienes claro? Hagamos un cálculo. ¿Cuántos años tienes? ¿Cuánto te has gastado en agua hasta ahora?
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¿Cómo reducir el gasto en botellas de agua?
Una opción es beber agua potable, del grifo. Pero claro, ¿nos gusta el sabor o el olor que tiene? ¿Queremos beber carbonato de calcio y magnesio continuamente? O dicho de otra forma, ¿queremos agua potable o saludable?
Si lo que queremos es agua saludable, y tras analizar las ventajas del agua de mineralización muy débil consideramos que es la que queremos, tanto por salud, como por precio, como por sabor, eliminación de plásticos o comodidad, la respuesta está clara: la mejor opción es un sistema de purificación de Agua Sansopol.
¿Y por qué por precio? Porque podemos optar por una cuota, que variará según el equipo que escojamos, que será inferior al gasto que tenemos en agua mensualmente en la actualidad. Y que se verá reducido a la mínima expresión una vez se haya pagado el equipo por completo, ahorrando así una familia unos 700 € al año de media.
Pídenos información sin compromiso al 641662217 o a info@sansopol.com o a través del formulario de nuestra web.
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